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En su último libro The Organized Mind: Thinking Straight in The Age of Information Overload, Daniel Levitin analiza el mundo de los sitios sociales, los correos electrónicos, los mensajes de celular y afirma que en los últimos dos años hemos creado más informaciones que las que hemos hecho en toda la historia precedente. ¡Impresionante! ¿No?
Hace dos mil años las cosas no cambiaban tan rápidamente. Si pensamos por ejemplo en los métodos utilizados para transmitir mensajes desde la escritura cuneiforme a la ideografía pasaron mil años y de allí a la escritura alfabética miles de años más y de esta a la invención de la imprenta casi dos milenios más.
Se sabe que Gutemberg pidió créditos, se endeudó, se quedó sin dinero a mitad de camino, solicitó otros créditos y al final quebró y murió arruinado lo que de alguna manera nos ilustra sobre los sacrificios no solo físicos sino también económicos que ha supuesto y supone la trasmisión de noticias a través de los medios escritos.
A partir de esta gran invención podemos hablar de impresión y posteriormente de edición cuando se prepara el material escrito para que sea difundido en forma impresa o electrónica.
El diccionario de la Real Academia nos define el verbo editar como el hecho de publicar a través de algún soporte y además adaptar, corregir, adecuar el material a determinadas normas, situación que, por ende, presupone la presencia de un editor. El término editor puede ser aplicado a una persona, a una empresa o a un programa informático.
El editor de libros estimula la imaginación que a su vez decodifica el mensaje; el editor de audio lo hace a través de la onda sonora que penetra en el oído, hace vibrar el tímpano y esta vibración se propaga hacia adentro y el cerebro lo procesa en imágenes representativas de lo que estamos oyendo.
El editor de audio trabaja en un ambiente contiguo al ocupado por el locutor o el grupo musical, en salas diseñadas especialmente para conseguir la mejor audición y evitar la reverberación que se produce normalmente en lugares cerrados, amplios y vacíos. En otras ocasiones procesa un material que recibe a través de los medios informáticos.
El mundo de las comunicaciones abrió un abanico de posibilidades: nos encontramos frente a un señor de carne y hueso que se ocupa de recibir material ajeno y prepararlo para publicarlo y difundirlo a través de una empresa editora o bien nos adentramos en ese espacio y descubrimos que, dentro de una computadora hay programas informáticos diseñados para editar música, programas radiales, televisivos, películas, textos, datos.
El soporte técnico se actualiza, “crece a ritmos muchas veces más veloces que la capacidad de conocerlos, entenderlos, procesarlos e incorporarlos en nuestro cerebro.”(Daniel Levitin).
El hombre como individuo se encuentra inmerso en una cultura que es propia y diversa de las miles de culturas dispersas por el mundo y como ser social necesita conocer y dar a conocer sus costumbres, los hechos, las noticias. Creció de la mano de la escritura, de la imprenta, de la edición y de las variantes editoriales. A medida que inventó soportes técnicos los aplicó a los medios de comunicación para facilitar y agilizar la difusión de todo el material que, como ser social necesita saber y dar a conocer.
Ese hombre que se propuso llegar en menor tiempo a mayor cantidad de personas, ese hombre evolucionó de la mano de sus propias invenciones y algunos años atrás creó el editor de audio como aplicación informática.
¡Impresionante! ¿No? : una aplicación informática que permite “manipular”, dar forma, modificar, mejorar, adecuar audio digital. Es decir que no solo pudimos leer noticias sino también escucharlas, no solo fuimos capaces de crear música sino también de difundirla. No solo creamos guiones teatrales sino también los representamos, los filmamos y los hicimos girar por el mundo a través de la edición de películas. No solo inventamos el editor de audio sino también las estaciones de trabajo de audio digital.
¡Impresionante! ¿No? Ese hombre inventó además el software.
¿Qué es el software? ¡Cómo nos complicamos! ¿No? El software en un término inglés que se usa para referirse a un programa informático o a sus aplicaciones, inclusive alude al soporte. Los editores de audio lo utilizan para armar, convertir y mejorar un archivo de audio y hacérnoslo llegar con el mejor nivel de calidad de sonido. Detrás del software esta también el técnico o ingeniero en sonido que hace la edición del audio en ese software.
¡Impresionante! ¿No? Nos quedamos boquiabiertos ante las múltiples posibilidades que se abren haciendo un clic con el ratón. Hoy se utilizan computadoras y discos rígidos para almacenar grabaciones y softwares. ¡Y pensar que antes se hacía a través de grabaciones en cinta abierta que luego se cortaban y pegaban manualmente! ¡Sí! Se utilizaba tijeras, cintas y adhesivos. ¡Un verdadero trabajo artesanal!
Luego nos fuimos complicando por una parte con tecnología y nombres difíciles como el Adat (Alesis Digital Audio Tape.) y el Dat (Digital Audio Tape,) usados como soportes de grabación y registro, pero por otra parte fuimos simplificando la antigua tarea amanuense.
El hecho es que, como decíamos antes, el avance tecnológico camina a pasos agigantados y tanto el Adat como el Dat fueron rápidamente mejorados o superados.
Entre los softwares más populares para la edición de audio en estudios de grabación encontramos PRO TOOLS, NUENDO, ABLETON LIVE, ADOBE AUDITION, CUBASE, COOL EDIT, SOUNDFORGE, ETC, algunos más aptos para grabar instrumentos musicales, algunos con prestaciones más amplias, más profesionales, otras más reducidas, algunos apropiados para mezclas, otros para grabaciones más limitadas, algunos más costosos, otros más económicos.
Detrás de esta tarea se halla ese mismo hombre que creó, inventó y desarrolló soportes editoriales y sistemas de comunicación. Ese editor de audio corrige, enlaza, depura, copia, pega, corta partes de una grabación, añade efectos como ecualización, eco, amplificación y reducción de ruidos, nos facilita la interacción y el acceso a los contenidos. Ese editor optimiza, “manipula” el material sonoro y, así como el mejor chef de cocina crea y da forma a platos de fama internacional, del mismo modo este “artista” del sonido, a través de un software modifica con sus manos y su oído el contenido que queremos escuchar con el nivel y la calidad sonora que deseamos oír.
Informe de: Iris Quiero.
Para: Radio Complementos.