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Me levanto, preparo el mate, leo el diario online, salgo para la radio mientras voy pensando qué decir, cómo abrir el programa.
Llego, saludo, me siento frente al micrófono y comienzo a hablar…
Muchos le restan importancia al entrenamiento vocal antes de salir al aire, grabar, o simplemente leer un texto. Sin embargo, estamos dejando de lado lo más importante de todo este proceso.
Del mismo modo que un deportista calienta los músculos y pone a punto sus motores corporales para el desafío deportivo, una persona que se dedica a hablar frente a un micrófono o incluso en público, debe prepararse, precalentar.
El precalentamiento más importante es el matutino. Cuando nos levantamos nuestros músculos vocales aún están en posición de relax, debemos despertarlas, lograr un estado natural que nos permita trabajar sin problemas, con registros naturales del habla.
Ojo, no estamos hablando de un entrenamiento, sino de ejercitarnos por unos minutos, prevenir posibles disfonías, que el oyente no escuche cambios entre el comienzo y al final del programa, y sobre todo que esa herramienta que es nuestra voz, este siempre óptima durante el discurso.
El matutino es el más importante. En primer lugar tengamos en cuenta el registro vocal. No forzar tonos altos, arrancar despacio, hablando lentamente, cantando, si es posible leyendo en voz alta exagerando la articulación y el movimiento de lengua. Tomarse momentos para respirar profundamente entre cada ejercicio.
Se trata de un trabajo vocal que incluso lo podemos hacer cuando nos despertamos, mientras nos estamos bañando, mientras desayunamos o camino a la radio. Lento y sin forzar.
En segundo lugar y una vez ya más relajado y despierto, es importante avocarnos a la articulación. Realizar movimientos con la boca, incluso pronunciando las vocales al derecho y al revés, (aeiou uoiea), suele ser de mucha ayuda a la hora de ponernos a punto.
Beber sorbos de agua para mantener la boca húmeda.
En caso de querer realizar trabajos más complejos, recuerden de tomarse un poco más de tiempo ya que algunos ejercicios, sobre todo los de musculación, nos puede agotar y todo se vuelve más lento. Nuestra capacidad de articulación, de lectura, etc.
Y algo muy importante, no olvidemos la higiene bucal, que permite evitar malos olores y suciedad en el antipop o el micrófono, y los clicks de audio o chasquidos en la locución provocados por el exceso de saliva. Dos temas que trataremos con más profundidad en una próxima nota.
No importa cuánto tiempo quieras dedicarle en el día, con unos minutos basta, y los resultados se nota.
Pero lo más importante, estamos cuidando nuestra voz.
Informe de: Omar Galarza
Para: Radio Complementos Producciones.